Con nuestra autoestima a salvo las cosas siempre serán mejores.
La mayoría de nosotros piensa que la ansiedad es algo negativo que debe suprimirse por completo de nuestras vidas. Esto no es así, ya que la ansiedad forma parte natural del ser humano.
Vamos a distinguir entre 3 tipos de ansiedad:
Ansiedad Natural: Es la señal saludable que nos advierte de problemas reales y nos alerta de nuevas oportunidades. La podemos transformar en crecimiento personal y evolución espiritual o la podemos evitar y que degenere en una ansiedad tóxica.
Ansiedad Tóxica: Es una sobre reacción destructiva que puede desembocar en miedo excesivo, preocupación, auto-sabotaje y pánico.
Ansiedad Sagrada: Es el aspecto espiritual que representa las necesidades profundas de nuestra alma de amor, conexión y propósito en esta vida.
Consejos para pasar de la ansiedad tóxica a la ansiedad natural: Control de emociones. Técnicas de relajación. Vivir el presente. Resolver conflictos internos.
Método para resolver la ansiedad. Vamos a identificar primero cuales son los ingredientes de la ansiedad:
Amenaza: se percibe a un objeto o situación como una amenaza a nuestro ser.
Peligro Inminente: esta amenaza (consciente o subconsciente) se percibe como inminente.
Impotencia: Se siente impotente para prevenir la amenaza
Desconfianza en uno mismo; Se siente imposibilitado de manejar la amenaza si esta ocurriera.
¿Cómo podemos Transformar la amenaza en oportunidad? La amenaza es el estímulo que dispara la ansiedad. Puede ser externa (ser despedido del trabajo) o interna (un pensamiento negativo). Lo esencial aquí es ver honestamente en que nos sentimos amenazados y poder cambiar esa parte de nuestro ser. Podemos cambiar nuestra percepción de la amenaza, no magnificarla sino darnos cuenta de su tamaño real y la podemos transformar en una oportunidad de crecimiento personal.
Transformar el peligro inminente en seguridad. Cuando sentimos ansiedad muy rara vez es inminente, estamos hablando de situaciones a futuro. Sin embargo la ansiedad siempre se percibe como si el peligro fuera inminente. Lo primero que debemos hacer es utilizar pensamientos positivos como…. “Estoy seguro ahora”, “Estoy bien”,“Cualquier amenaza que percibo está en el futuro, estoy seguro en el presente”.
Aprendamos a transformar la impotencia en PODER. Cuanto más impotente uno se siente más grande es la ansiedad. ¿Cierto? Podemos sentirnos con más poder, si no intentáramos cambiar cosas externas, que no dependen de nosotros y sólo concentráramos en lo que sí “podemos cambiar”.
Por ejemplo si la esposa de un alcohólico se siente impotente porque no puede dejar que su marido beba, lo puede transformar en poder haciendo cosas que si estén a su alcance: obtener ayuda profesional, unirse a un grupo de autoayuda, desarrollar planes para vivir separados si no deja de beber, etc. Aquí es muy útil tener el siguiente diálogo interno: “Yo puedo”, “Voy a alcanzar mis metas”.
Mi reflexión es que todos sabemos que hay cosas que no se pueden prever, pero podemos hacer que aunque no logremos obtener lo que deseábamos, igualmente sentirnos bien por la forma en que respondimos ante dicha situación. Con nuestra autoestima a salvo las cosas siempre serán mejores.
bendiciones
EDWIN.