viernes, 7 de agosto de 2015

PORQUE PUEDO


Me siguen resultando extrañas ciertas preguntas.
Querer obtener más información sobre cosas que están mal es lógico, pero parecería que alguna gente descree tanto de las buenas acciones o de los sentimientos desinteresados que desea averiguar el motivo subyacente que las impulsa. Que no haya un fin económico o una rentabilidad o ganancia visibles da lugar a dudas y llama bastante la atención, cuando debería ser moneda corriente.
Para mí, es bastante común que busquen saber sobre actitudes o sobre hechos de mi vida que a las claras son positivos:
¿Por qué tienes tu blog? Te lleva tanto tiempo…
¿Por qué respondes a quienes te escriben buscando un consejo? Si no los conoces…
¿Por qué intentas ayudar? ¿No malgastas tu tiempo?
Para ese tipo de interrogantes, en lugar de dar frondosas explicaciones, mi respuesta es siempre la misma, breve y contundente:
Porque puedo.
Considero que lleva el mismo tiempo -y mucha menos energía- hacer algo bueno que algo malo (o que no hacer nada), y si se nos presenta la oportunidad es porque se requiere algo de nosotros que somos capaces de brindar.
También pienso que si nos quejamos tanto de no tener ejemplos alrededor en los cuales basarnos, bien podemos dar el primer paso y, en nuestra medida, hacer algo –aunque sea pequeño, que esté a nuestro alcance.
Asimismo, el granito de arena de cada uno tal vez parezca poco e insignificante, ¡pero no lo es! Marca un camino hacia la cual dirigirnos, atrae a nuestro lado a personas afines y también, cada uno de esos granitos puede conformar un gran arenal que abarcará mucho más espacio y a muchísimas más personas.
Así que cuando alguien no entienda por qué eliges hacer lo correcto o te comportas de una forma que no está motivada por un interés personal, bien puedes usar mi frase, que además demostrará que tu autoestima está en el nivel adecuado: ¡Porque puedo!
¿En qué caso dirías: “Porque puedo”?
BENDICIONES
EDWIN

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