Conserva la paz y la calma en todos los momentos…
Cuando algo te tenga preocupado, el primer remedio consiste en pacificar tu cuerpo: no te pasees de un lado para otro, torciendo las manos y golpeando la mesa.
¡Absolutamente! Siéntate y trata de quedarte quieto por unos minutos. Experimentarás que logras recuperar gran parte de tu serenidad.
Reflexión; permanece tranquilo, lo más que puedas, y el problema se resolverá como por encanto.
BENDICIONES
EDWIN
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