Una de las principales razones por las que tantas personas fracasan en conseguir lo que desean es porque no saben lo que quieren o porque cambian de parecer casi cada día.
Sé consciente de la gran diferencia entre la acción inspirada y la actividad.
La actividad procede del cerebro y se basa en la desconfianza y la falta de fe: actúas para “hacer” que se cumpla tu deseo.
La acción inspirada es permitir que la ley actúe a través de ti y deja que sea ella la que te mueva.
Mi reflexión es que tengas claro lo que deseas y sigue deseándolo. Si combinas el deseo con la fe, lo conseguirás. “El Poder del Deseo combinado con Fe es INVENCIBLE”.
BENDICIONES
EDWIN
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