Si la sombra de los días grises perturban tu crecimiento, eleva el corazón a Dios, que está en tu interior.
Si las penas maltratan el cuerpo, sirven para liberar el corazón. El triunfo lo obtenemos librando luchas dentro de nosotros.
Reflexión; y, una vez que hayamos triunfado, esparzamos el amor en todos los ambientes en que vivimos, porque es solamente amando que logramos vencernos a nosotros mismo.
BENDICIONES
EDWIN
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