Ten la seguridad de que ningún mal te sucederá, porque la fuerza de Dios te protege permanentemente…
El mal que te sucede tal vez sea sólo una experiencia necesaria. Todo coopera al bien de los que aman, también los dolores, sufrimientos, las enfermedades y persecuciones.
Reflexión; ningún mal te puede afectar a no ser el mal que tú mismo haces. Pero tampoco busques al peligro.
BENDICIONES
EDWIN
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