Conviértete en un trabajador de la Paz, más aún, en un apóstol de la Paz. A la violencia y al odio responde con amor, vence la enemistad con el perdón, aléjate de todo racismo, de toda intolerancia.
Sé testimonio de que las ideas se proponen y no se imponen. Mira que todas tus relaciones se fundamenten en la verdad, la justicia, la caridad y la libertad.
Reflexión; sigue la estela de los grandes maestros de la Paz de todos los tiempos; Jesús de Nazaret, Francisco de Asís, Gandhi, Martin Luther King, Teresa de Calcuta…Y reza, con San Francisco, para ser siempre y en todo lugar, un instrumento de Paz, de la Paz verdadera.
BENDICIONES
EDWIN
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