miércoles, 26 de marzo de 2014

EL PODER DE LA ATENCIÓN


Purificar la atención es el primer paso para logar el control de la mente. Por lo general nuestra atención salta entre los pensamientos produciendo un estado mecánico que termina en sufrimiento. Ocurre que, estamos haciendo algo, pensando en otra cosa y lo que realmente nos interesaría hacer, nos lo impide la falta de tiempo o las circunstancias.
Cuando se logra obtener una atención entrenada se consigue vivir en plenitud cada momento, comprender nuestra realidad, ser más perceptivos, mejorar la memoria y elevar el estado consciente.
¿Tienes tú El Poder de la Atención?
Nadie puede entrenar nuestra atención por nosotros, porque no puede ser hecho. Solo nosotros mismos podemos hacerlo. Si entrenamos nuestra atención, podemos hacer cualquier cosa;  literalmente podemos mover montañas. Si podemos enfocar nuestra atención, podemos hacer cualquier cosa que hayamos oído que otra gente hace. Es nuestra atención la que nos da ese poder.
Practicar la atención es consciencia momento a momento… Se cultiva prestando atención a las cosas a las que ordinariamente les negamos un momento de reflexión.
Es un enfoque sistemático para desarrollar nuevas formas de control y sabiduría en nuestra vida, basado sobre nuestras capacidades de relajación, atención, consciencia e intuición.
Unos ejercicios Prácticos
Estar atento a cada cosa: Al tomar una taza de te, al peinarse, al cumplir con el trabajo, al subir a un colectivo, manejar un auto. En el descanso: sensaciones corporales, ideas, imágenes que aparecen, emociones. Hacia el interior. Los movimientos: como camino, el tono de mi voz, la velocidad en que me muevo. Percibir lo externo y lo interno al mismo tiempo: Los sonidos del ambiente, sensación térmica, el aire, la lluvia, las palabras que escucho y lo que me producen. Es absolutamente necesario ser OBJETIVOS.
No analizar ni poner en tela de juicio nada de lo que estoy observando. Verlo como en una película. De lo contrario entraríamos en la auto-compasión o  justificarnos, sin ver la realidad.
En la medida que esta práctica se haga periódica, será como aprender a conducir; al principio es difícil y luego forma parte de la vida cotidiana. Entonces se comenzarán a experimentar estados de ánimo más plenos, una memoria aguda, rapidez mental y actuará también como un filtro para las emociones que ingresan de estímulos externos, provocando depresión, tristeza, bronca, lentitud en las reacciones etc.
De esta manera vivir el momento no será un deseo casi imposible, por el contrario, se hará realidad. Encontraremos que la carrera tras la felicidad, es una eterna búsqueda de la paz.
Recuerda siempre que; “El secreto de una buena memoria es la atención, y la atención a un sujeto depende de nuestro interés en él. Rara vez olvidamos algo que nos ha impresionado”
BENDICIONES
EDWIN

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