En primer lugar, debes conocerlo, identificarlo y aceptarlo. Pero aceptarlo no significa resignarte, ni obligarte a vivir con ello sin haber intentado antes corregirlo, reformarlo, supéralo o erradicarlo de tu vida.
Ahora bien, hay elementos negativos que permanecerán toda la vida contigo. No desesperes, ni trates de hacerles la guerra permanente.
Asúmelos con naturalidad (pues te están revelando una limitación quizás temporal) y no lo tengas demasiado en cuenta.
Reflexión; No te concentres en acabar con tus pensamientos negativos porque lo que verdaderamente lograrás es atraerlos. Son como un zumbido que dejas de percibir cuando estás concentrado en otras cosas.
BENDICIONES
EDWIN
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