Una forma eficaz de combatir la tristeza, la melancolía y fomentar la autoestima y la felicidad consiste en abrirse a la naturaleza.
En nuestra sociedad estamos tan inmersos en nuestro quehacer cotidiano que pocas veces sabemos gozar de los elementos que nos brinda el Universo.
Dependemos de la naturaleza para nuestra supervivencia como seres vivos, pero también la necesitamos para que nos oriente hacia la salida de nuestras obsesiones.
Cuando nos sentimos perdidos, cuando estamos enfrascados en nuestra actividad diaria o cuando estamos encallados en el recuerdo o el anticipo, nos viene bien sentirnos parte del cosmos.
Cuando sentimos malestar es porque nos hemos olvidado de estar donde está la vida, de ser nosotros mismos, de permanecer en silencio, de escuchar la vida de las plantas, las rocas, los animales.
Reflexión; todos somos parte de la vida que se manifiesta en una infinidad de formas en todo el Universo, interconectadas. Si nos hemos separado de esa conexión, podemos reconectar de nuevo, nuestro ser corporal y psíquico nos lo agradecerá.
Como dijo Abraham Lincoln en una frase “Al final, lo que importa no son los años de vida, sino la vida de los años”.
Sé consciente del Universo, y te sentirás menos solo.
BENDICIONES
EDWIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario