No etiquetes el amor con adjetivos superfluos. Si no es auténtico no es amor; si no es desinteresado, no es amor; si no es gratuito, no es amor; si no es puro, no es amor; si no es verdadero, no es amor; si no es sincero, desde luego que no es amor.
Reflexión; Cuando el amor es amor, y no otra cosa, no necesita adjetivos. El Amor puro y verdadero nos hace enérgicos, nos mantiene jóvenes, radiantes.
BENDICIONES
EDWIN
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