Bendice a cada persona que conozca con un sincero deseo por su bienestar. Algunos ejemplos: “Te deseo un día maravilloso”. “Te deseo mucha dicha y alegría”. “Te deseo mucho éxito en tu estudios nuevos y esfuerzos”. Cuanto más amistosamente bendigas a las personas, más entusiasta te puedes sentir. Si una persona es tímida o lejana, usa un tono más bajo en tu bendición: “Te deseo bienestar”.
Bendice mentalmente a la gente. En la intimidad de tu mente deséale a la gente bienestar en todas las áreas de su vida. Pregúntate a ti mismo: “¿Qué bendición necesita esta persona?” De Verdad, te sorprenderá el poder de esta práctica. ¡Que Dios te Bendiga!
Exitos y Prosperidad a todos mis amigos y muchas bendiciones
Saludos
Edwin
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