Eres un ser humano único. No hay, nunca ha habido y nunca habrá nadie como tú. Eres tan único como tus huellas dactilares. La naturaleza, la herencia Divina han obrado su magia para convertirte en un individuo inigualable que no puede ser sustituido ni replicado.
La mayoría de las sociedades se las arreglan para que sus miembros se asemejen, por lo que en ocasiones hay que luchar para seguir siendo un individuo en un mundo de talla única.
A pesar de los intentos de la sociedad, la vida nos presenta múltiples oportunidades para desarrollar nuestras diferencias y realizar nuestro potencial.
A causa de esa singularidad cuentas con algo especial que ofrecer al mundo. Los elementos que te han modelado crearon un individuo único que tiene algo especial que ofrecer.
Reflexión; ser diferente no es algo que deba darte miedo o de lo que sentirse avergonzado. Disfruta de tus diferencias y desarrolla tu particular combinación de cuerpo, mente y espíritu. Explota tu particularidad.
Piensa en lo siguiente: las personas que destacan en nuestro mundo son aquellas que celebran su singularidad en lugar de negarlas. Tal como dijo Coco Chanel (la famosa modista francesa) “Para ser irreemplazable uno debe ser siempre diferente”.
BENDICIONES
EDWIN
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