Las Creencias y las convicciones pueden servirnos de ayuda para dar forma al mundo en el que deseamos vivir. Tener una escala de valores nos guía en la construcción y obtención de los objetivos que nos proponemos. Estos deberían ser alcanzable en un período de tiempo razonable para evita caer en la temida frustración.
Por otro lado, necesitamos recordar que la mayoría de nuestras creencias son interpretaciones de una realidad, vivimos esta representación mental y personal del mundo como una fuente constante de esperanza o un río de sufrimiento según nuestra actitud ante la vida.
Algunas creencias nos proporcionan recursos y otras nos limitan, pero tenemos el poder de cambiarlas y quizás debemos hacerlo para progresar.
¿Por qué algunas creencias nos impulsan hacía el éxito y otras hacía el fracaso?
Nuestras convicciones se forman a partir de unas ideas que se nos confirman, o así nos lo parece, mediante la propia experiencia y tienen el poder de configurar nuestro grado de felicidad o de éxito llenándonos de una energía, negativa o positiva, contagiosa que se transmite hacia nuestros actos.
Reflexión; por ello, en el espacio que existe entre el nacimiento y la muerte, sea recto y llano, con altibajos o en espiral, debemos elegir la vida que queremos vivir y así construirla con identidad.
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