Todos los sucesos que ocurren en nuestra vida, aun los más insignificantes, traen implícita una enseñanza. Comprender qué aprendizaje debemos realizar con cada desafío que se nos presenta en la vida, es nuestra responsabilidad.
Sí aun, no nos hemos detenido para analizar cómo se está desarrollando nuestra existencia, es el momento de comenzar a hacerlo. Todo efecto tiene una causa y todas nuestras actitudes presentes traerán aparejados sus efectos en nuestro futuro.
Reflexionar sobre si hemos actuado, hablado o pensado con soberbia, con envidia, con ira, o con codicia, etc., hace que aprendamos a vernos con todos nuestros defectos.
Analizando lo que hicimos, lo que dijimos y lo que pensamos tiempo atrás, hallaremos la respuesta a nuestras vivencias actuales. Descubriremos entonces que son infinitos los errores que hallamos cuando nos vemos con verdadera honestidad a nosotros mismos, aun siendo muy buenas personas.
Esto quiere decir, que no nos revelaremos en contra de lo que nos sucede, sino que lo aceptaremos y realizaremos con amor sin sentir dolor o descontento, o angustia por lo que nos está sucediendo.
La aceptación desde el corazón es fundamental si en verdad deseamos modificar nuestro presente y comenzar a vivir en total armonía con la Vida.
Al aplicar la aceptación en nuestros actos cotidianos, iniciamos una etapa de paz interior casi inexplicable por medio de meras palabras, pero la sentiremos y la viviremos con intensidad y esto es lo realmente importante.
Reflexión; Recordemos mientras efectuamos este trabajo interior, el agradecimiento hacia todo lo que tenemos; los alimentos, lafamilia, la salud, el trabajo, el amor…, y también por despertarnos cada mañana. Dar las gracias por todo lo que tenemos sin sufrir por lo que aun “no” tenemos, significa recordar que mucha gente carece de todas estas cosas.
El agradecimiento sincero nos ayuda enormemente a comprender la aceptación y a practicarla.
BENDICIONES
EDWIN
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