La serenidad es ese sentimiento de apaciguamiento por dentro y de armonía por fuera que sentimos cuando la vida nos trata bien: cuando nos hallamos en lugares hermosos, con personas a las que queremos, sin preocupaciones que nos ronde; cuando estamos protegidos y felices.
Pero esto es algo que no puede ocurrir todos los días. Muy a menudo tendremos que producir la serenidad en nosotros mismos, ya que nuestro entorno no es necesariamente paradisíaco. La primera dificultad que nos impide a menudo acceder a la serenidad es nuestra propia agitación interior, un eco de la agitación del mundo que nos rodea.
Así pues, lo primero que debemos hacer es detenernos.
Reflexión; detengámonos para observar todo lo que nos rodea, poder apreciar y así valorar las personas que están cerca, la naturaleza, el sol, la lluvia, el canto de los pájaros, la sonrisa de un niño o un anciano y miles de cosas más que nos perdemos por estar agitados ante la vida. Te invito a estar sereno, a sentir el canto del silencio, a sentir la paz que nos invade estar sereno ¿acepta por favor? y podrás experimentar lo bien que se siente.
BENDICIONES
EDWIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario