FELICES ANTE LA ADVERSIDAD.

Somos felices cuando no estamos sufriendo y debemos comprender el sufrimiento antes de preguntarnos para qué sirve la felicidad. Ser realista para saber aceptar que las cosas no siempre son como uno desea nos ayudará a controlar la frustración y el dolor que encontramos en la vida.

Las cosas, las relaciones y las ideas son imperdurables, no ser consciente de eso siempre termina por hacernos desdichados. Buscamos la felicidad en ellas, sin darnos cuenta de su temporalidad y así el dolor se convierte en nuestro constante compañero.

Sin embargo, en la dificultad debemos aprender a confiar en el cambio, en nosotros mismos, en nuestras amistades, en esa luz interior que nos indica el camino como nueva ilusión. En la adversidad nos salvamos por la esperanza. No detenernos y reconocer que la vida sigue es nuestro reto y nuestra línea de flotación.

En ocasiones la felicidad que queremos alcanzar está en el descanso del dolor, puede decirse que deseamos la felicidad porque estamos sufriendo, porque hemos perdido a alguien o porque no hemos tenido éxito; buscamos la felicidad por reacción. Pero cuando la mente puede ir más allá, encontraremos que existe una felicidad  que nos equilibra y nos hace fuertes ante cualquier contratiempo.

Tocar fondo nos da cierta perspectiva para ser más objetivos, para preguntarnos si nuestras desgracias actuales son las peores que hemos sufrido y sacar fuerzas de lo vivido; para recordarnos a nosotros mismos que esa situación desagradable o esa etapa difícil de nuestra vida pasará.

Gracias a esa perspectiva quizás descubramos que somos más resistentes de lo que imaginábamos y que efectivamente somos capaces de apagar nuestro dolor. No te dejes desbordar por un revés, aunque parezca que todo se hunde. Afróntalo con la mayor serenidad del mundo. No es que debas cerrarte a las emociones que provocan los conflictos pero sí debes mantenerlas bajo control y valorar los hechos en su justa medida.

Reflexión; Aprovecha las situaciones adversas para descubrir caminos que nunca hubieras tomado e intenta no atormentarte con las malas experiencias que te depara la vida de vez en cuando, puede ser una excelente ocasión para fortalecer y descubrir que en la oscuridad se vislumbran mejor las estrellas y siempre puedes encontrar alguna que no habíamos visto antes.

“La Adversidad depende menos de los males que sufrimos que de la imaginación con que lo padecemos”.

BENDICIONES

EDWIN