La capacidad de hacer el bien está a tu alcance. Solo tienes que ir dejando que el amor penetre poco a poco en tus entrañas, reduciendo tu egoísmo, aceptando y valorando cada vez más a ti mismo.
Dios en su infinito amor nos da la capacidad de entregar mucho amor sin esperar nada de nadie, pero eso no quita que sea algo que cansa y agota.
Puede que sepas lo que es vivir con alguien así, nunca podremos llenar los sacos de estas personas, siempre estarán vacías porque son sacos sin fondo. Lo único que queda es hacer el bien sin esperar nada a cambio, porque tu premio viene del cielo.
Reflexión; No busquemos reconocimientos y agradecimientos. Hagamos lo que ha de hacerse. A su tiempo Dios nos agradecerá todo aquello que hacemos y asimismo es tan gratificante laexperiencia de estar bien contigo mismo y con los demás.
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