Uno de los grandes secretos para ser felices es ser agradecido, saber apreciar los pequeños favores y agradecerlos. Hay que empezar por el entorno familiar, apreciando en nuestro propio hogar lo que los demás hacen por nosotros y aportando lo nuestro para que los demás también se sientan a gusto.
Extiéndelo a la vida cotidiana, el trato con los vecinos, los compañeros o los clientes. La Convivencia humana está llena de pequeños servicios mutuos.
Mi reflexión es que; La Gratitud es propio de un corazón grande. Agradecer al Universo por aquello que recibimos nos ayuda a atraer más cosas positivas a nuestras vidas. Del mismo modo, quejarnos sólo nos trae más cosas negativas. Una actitud de agradecimiento nos abre las puertas hacia una vida más rica, plena y abundante.
BENDICIONES
EDWIN
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