“La Verdad os hará libres”, dijo Jesús hace dos mil años y La Verdad está íntimamente relacionada con el Conocimiento. Una verdad que no conocemos sigue siendo verdad, más nuestra ignorancia puede tacharla de falsa y causarnos sentimientos encontrados.
Cuando nos enfrentamos con una situación nunca antes vivida surgen sensaciones de sorpresa ligadas al temor o a la alegría, pero en la mayoría de los casos prevalece el estado de alerta como primera reacción. Sólo cuando descubrimos, mediante el conocimiento de la cosa o situación, que no nos puede causar daño alguno, sólo entonces somos libres de continuar nuestro camino.
El Miedo es una actitud de autodefensa ante una agresión externa y a la inseguridad de poder enfrentarla. El Miedo, además, es lo que nos prepara para la fuga, para la defensa, etc. Puede éste ser real o imaginario, pero siempre es una respuesta a una situación generada contraria a los deseos personales.
El Miedo es lo que modifica nuestra conducta y limita la voluntad de acción a un modo pasivo o agresivo, según el mensaje que quiere transmitirse o la manera en que lo interpreta el individuo afectado.
El Miedo se crea en el campo instintivo y emotivo (Cuerpo Emocional) ante la falta de confianza en uno mismo, y provoca la reacción de los otros Cuerpos, por ejemplo:
En el cuerpo físico, se producen manifestaciones como palidez, taquicardia, respiración acelerada, entrecejo fruncido, rigidez, sudor frío, segregación de adrenalina, flojera de piernas, abertura desmesurada de ojos.
El Cuerpo Mental, se esfuerza por reconocer las causas del desorden y por encontrar la solución que evite, o remedie, el estado de desequilibrio generado.
El Cuerpo Vital, acelera su acción para contrarrestar rápidamente el gasto de energía (física, emocional y mental) necesaria para afrontar las circunstancias que produjeron el Miedo.
Un Miedo puede durar un par de minutos o toda una vida; puede ser el mismo desde su origen o aumentar su poder de dominación sobre nosotros. El Miedo puede surgir de una experiencia propia o ajena, pues, “el miedo es contagioso”. Desde la niñez, todos estamos expuestos a distintos miedos.
A algunos podemos hacerles frente, aceptarlos y eliminarlos; a otros todavía no nos hemos enfrentado y, por ultimo, a otros ni siquiera los hemos registrado. Nunca hay que dejar de relacionar al miedo con la falta de conocimiento. Es importante reconocer que es factible tener miedos y que puedes convivir con ellos, siempre que no te impidan crecer, amar, ser feliz y vivir en paz.
También es necesario saber que los miedos son creaciones virtuales que se generan como respuesta a una amenaza en algún momento de nuestra vida y que debemos quitarles el poder de manejarnos.
Somos nosotros los que debemos dominar al miedo y los que tenemos que tomar nuestras decisiones de manera consciente y no por un impulso emotivo generado por éste, porque los resultados nunca serán los que más nos convengan para sentirnos bien.
Mi Reflexión es que; el miedo es una creación virtual, que sólo ha aparecido porque tú le has dado lugar en tu interior por falta de conocimiento. Por más que le reproches algo, jamás te escuchará porque el miedo es SORDO y sólo entiende que tú lo amas y lo aceptas en tu interior, o lo rechazas y lo quieres fuera de ti. El conocimiento de la verdad que genera un miedo es la llave hacia La Libertad y el miedo percibirá que ya no tiene dominio sobre ti y que lo quieres bien lejos.
BENDICIONES
EDWIN
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