Observa en qué estado se encuentra tu cuerpo y procura que esté relajado. Las frecuencias negativas no tienen nada bueno. Sintoniza la frecuencia positiva donde residen tus deseos.
Recuerda que has de ir observando tus estados de ánimo a lo largo del día. Si detectas alguna tensión, dedica un minuto a concentrarte en ella y libérala relajando todo tu cuerpo.
Reflexión; Para conseguirlo, contempla todas las cosas de tu vida con OJOS NUEVOS, con ojos de agradecimiento, con ojos positivos que sólo vean lo bueno.
Tu meta es mantener la mente y el cuerpo en paz, porque esa frecuencia te conduce a la frecuencia de armonía con el Universo. Adapta tu vista y empieza a ver con claridad la belleza de Vivir.
BNEDICIONES
EDWIN
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