Hay momentos en la vida en lo que parece que todas las estructuras se tambalean y el suelo se escapa bajo tus pies. Cuando esto ocurra, procura mantener la calma y no dejes que cunda el pánico…
No es cuestión de negar tus miedos, sino de saber controlarlos, de saber enfrentarse a ellos.
Reflexión; si conservas la serenidad en medio de la turbación, si analizas la razón de tu congoja, sus causas y sus posibles consecuencias, podrás buscar soluciones creativas y convertirás tus temores en retos, en oportunidades para avanzar en la vida.
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